Mari Trini fue entrevistada mil veces. Las mil le preguntaron más o menos por lo mismoy le hicieron los mismos comentarios: "¿Por qué no te has casado?", "eres muy seria, parece que sufres una honda amargura", "¿está sola?". En un intento de adulación paternalista que hoy causa sonrojo, los entrevistadores -casi todos hombres- parecían intentar animarla: "¡Mari Trini, si eres muy guapa!". Ella fijaba en ellos sus ojos color de mar y respondía serena, sin irritarse, dotada de una paciencia encomiable y una cierta retranca: "No me he casado por lo mismo que no me he muerto, porque no ha llegado el momento". También intentaba explicar que ella era una persona trabajadora que se tomaba en serio su profesión. No estaba amargada. Punto.
Yo no soy esa
Maria Trinidad Pérez de Miravete había nacido en Murcia en 1947. Entre los ocho y los 14años estuvo enferma prácticamente sin moverse de la cama y pasó por varias operaciones. Eso, reconocía,influyó en su carácter. No solo la dotó de esa paciencia, esa perseverancia antes mencionada, sino que fue el tiempo en el que aprendió a tocar la guitarra y a cantar.
Ella no era una chica al uso en la sociedad española. De hecho, ya recuperada ycon solo 16 añosconoció al director de cine Nicholas Ray, responsable de clásicos como "Rebelde sin causa", y de su mano marchó a Londres, donde se formó musicalmente. Entre Londres y París, en medio de proyectos de cine frustrados, terminó su formación junto a los más grandes del momento, se familiarizó con la Nouvelle Chanson francesa y grabó en francés sus primeras canciones.
“Triunfar en la vida es cuestión de trabajo, tesón y voluntad“
Al llegar a España, empezó a interpretar composiciones de Aute ycomposiciones de Aute Patxi Andióny versiones de éxitos franceses. "Triunfar en la vida no es cuestión de un año o de dos, sino de mucho trabajo, mucho tesón y mucha voluntad", dijo cuando le preguntaron por qué ninguna de esas canciones tenía el éxito esperado. Fue el disco "Amores" en 1971 el que le dio la fama. No era una chica al uso, no llevaba minifalda sino largos vestidos que recordaban una cultura más alternativa y contestataria. Para este disco, Mari Trini compuso el que se ha convertido en un himno feminista:
Yo no soy esa que tú te imaginasUna señorita tranquila y sencillaQue un día abandonas y siempre perdonaEsa niña si, noEsa no soy yoYo no soy esa que tú te creíasLa paloma blanca que te baila el aguaQue ríe por nada diciendo sí a todoEsa niña si, noEsa no soy yoNo podrás presumir jamásDe haber jugadoCon la verdad, con el amorDe los demásSi en verdad me quieres, yo ya no soy esaQue se acobarda frente a una borrascaLuchando entre olas encuentra la playaEsa niña si, noEsa no soy yo
Eso decía Mari Trini en plena dictadura franquista, en una especie de contestación al "Yo soy esa" de Juanita Reina, que veinte años atrás había retratado a la mujer dependiente del hombre y del amor.
Amada por unos y criticada por otros
A Mari Trini le gustaban mucho los coches, conducir, la velocidad, la mecánica. Cuando podía, se ponía al volante de un coche de carreras y pisaba el acelerador en circuitos. Reconocía que le encantaba arreglar sus propios coches, mancharse de grasa, algo impropio de una mujer en la época. Arriesgaba su dinero produciendo o coproduciendo ella misma sus actuaciones y sus discos, lo que le daba libertad de acción. Insistía en las entrevistas en que no solo era cantante, sino también compositora y empresaria. Mari Trini era una mujer poco común, lo que le ganó el afecto y la admiración de gran parte del público y críticas de otros sectores.
“La gente puede coger la imagen de una artista y trastocarla“
Parte de la sociedad de ese momentocriticó su discreción y seriedad, e incluso hizo mofa de la forma cómo se presentaba en las actuaciones: la llamaban amargada, antipática y se llegó a insinuar quesus largas faldas ocultaban una cojera o una "pata de palo". "La gente puede coger la imagen de una persona, de una artista, y trastocarla", reflexionaba y por ello se cuidaba mucho de preservar su vida privada de los focos, sobre todo su vida sentimental.
Se convirtió en icono de la comunidad lesbiana sin pretenderlo, aunque su relación de décadas con Claudette no se hizo nunca oficial. En los ochenta relanzó su carrera gracias a éxitos como "Una estrella en mi jardín", cambió su imagen hacia otra más sofisticada y abierta y llegó a aparecer desnuda en Interviú en un intento de desmitificar esa aura de persona cerrada que se le había adjudicado.
“No soy envidiosa, soy orgullosa, pero mi secreto está en trabajar sin pausa“
"No soy una mujer envidiosa, soy orgullosa", dijo en una entrevista con Jesús Hermida, donde confesó quesu secreto estaba en trabajar sin pausa, en ciudades y pueblos, con honestidad. En los años noventa su música quedó atrás y su último proyecto resultó un fiasco en el que se salvó por poco de ser gravemente estafada. Pasó sus últimos años retirada en su tierra natal, luchando contra un cáncer de pulmón, que se la llevó en 2009. Quedan sus canciones, armas de feminismo en el tiempo en que más difícil era romper barreras.